jueves, 14 de abril de 2011

Los jóvenes y 'El Racismo'.

El racismo es una forma de discriminación de las personas, muy antigua y extendida,  que recurre a tendencias raciales como el tono de piel u otras características físicas de las personas, de tal modo que unas se consideran superiores a otras. El racismo tiene como objetivo la disminución o anulación de los derechos humanas de las personas discriminadas, denotar toda distinción, exclusión, restricción o preferencia basada en motivos de raza, color, linaje u origen nacional o étnico que tenga por objeto o por resultado anular o menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio, en condiciones de igualdad, de los derechos humanos y libertades fundamentales en el aspecto político, económico, social, cultural o en cualquier otra aspecto de la vida pública. Apareció en Europa en el siglo XIX con el fin de justificar la supremacía de una supuesta "raza blanca" sobre el resto de la Humanidad.
En la actualidad el racismo ha aumentada en las aulas. La integración es algo que parece no ocurrir en las aulas de muchos colegios en los que hay alumnos inmigrantes. Varios estudios señalan que el racismo en las aulas ha crecido en los últimos años, especialmente contra latinoamericanos y asiáticos. Además, un 14% de los jóvenes votarían a un partido racista y un 44% asegura preferir convivir con personas de su misma cultura y religión, así lo revela el Informe Raxen 2009, elaborado por el Movimiento contra la Intolerancia.
La encuesta escolar 2008, realizada a 10.507 escolares de entre 14 y 19 años, sobre Actitudes ante la Inmigración y Cambio de Valores augura que el camino hacia la integración será largo. Porque el rechazo que expresan las nuevas generaciones respecto a otras razas es aún elevado. Por primera vez, son los marroquíes los más perjudicados por la intolerancia y desplazan a los gitanos, que era el colectivo que mayor rechazo recibía. Ambos grupos son los que despiertan más recelos entre los adolescentes, sin embargo le siguen los latinoamericanos, que es el colectivo que más ha crecido en esta radiografía del racismo.
Ahora son el doble los escolares que se muestran partidarios de expulsarles del país (un 24,7% frente al 12,6% de hace cuatro años). Además, un 11,6% dicen que les molestarían como compañeros de clases (en el 2002 ese porcentaje era sólo del 3,7%) y un 16% afirma que no les permitiría entrar a España para trabajar. Asiáticos y africanos son los otros dos grupos marcados por la cruz de la xenofobia. También los europeos del Este -especialmente los rumanos- han sufrido un deterioro de su imagen.
Así, más de la mitad de los encuestados (52,8%) opinan que debe expulsarse del país a los sin papeles. Tomás Calvo Buezas, el autor de la investigación, constata que “se establece, por primera vez entre los escolares, una división entre buenos y malos; de inmigrantes legales, sí; pero inmigrantes ilegales, no”.
 La encuesta recoge información sobre la percepción de los gitanos: Son, actualmente, el segundo de mayor prejuicio, junto con los marroquíes. Los gitanos molestan como compañeros de clase a un 22,8%, declaran que les tienen antipatías un 37,9%, no quieren casarse con ellos un 58,1%, creen que no tienen cultura propia un 32,7% y les echarían de España un 27,4%.
El estudio también revela que casi el 37% de los jóvenes prefiere una España “blanca y de cultura occidental” e igual porcentaje exige “la asimilación completa” de los extranjeros. La inmigración carga con una imagen negativa en el ideario juvenil. El 50,8% de los entrevistados opina que los extranjeros quitan puestos de trabajo, y seis de cada diez adolescentes (61,2%) dicen que aumentan los problemas de las drogas y la delincuencia. Un 40,7% señala que con la inmigración se incrementa el terrorismo.
No es el único informe que alerta de la discriminación o racismo entre los jóvenes. Así, el estudio Jóvenes e Inmigración elaborado por el Instituto de la Juventud (Injuve) revela que los adolescentes son hoy más racistas que hace seis años. El trabajo, realizado entre chicos de edades comprendidas entre los 15 y los 29 años, indica que el 14% de los jóvenes votaría a una formación de corte racista o xenófobo, cuando en 2002, sólo se manifestaban en este sentido el 11%. Según los datos de este informe, dos tercios de los jóvenes españoles ven excesivo el número de inmigrantes. Además, su percepción es exagerada, ya que la población consultada cree que hay un 15% más de extranjeros de los que en realidad hay. Una de las conclusiones de este trabajo, que se realizó a final de 2008, es que, a menor nivel socioeconómico, mayor es la percepción de que el número de emigrantes es excesivo.
El antropólogo Calvo Bueza detecta que “ha decrecido el imaginario romántico de una sociedad mestiza y multicultural”. Pese a todo, el director del Cemira aporta un mensaje para la esperanza: el racismo no se incrementa al mismo ritmo que crece el número de inmigrantes. Aunque alerta de que la crisis económica puede disparar los conflictos.

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